viernes, 22 de enero de 2010

Arturo y Óscar

Dos nombres nada cotidianos por estas tierras, por lo que también son: Artie y Oskie (eso de la k me lo he inventado).

Arturo es un experto en Spanglish lo que no resulta muy fácil porque para entenderle primero debo descifrar si habla en:
a) Inglés
b) Español
c) Ninguna de las anteriores
Con eso de la c) me refiero a ese idioma que todos los niños hemos utilizado cuando éramos niños para designar cosa porque…¿quién no ha llamado guau-guau a un perro de niño?

Lo más fácil es elegir mi respuesta: siempre en Español.
¿Fácil? ¿Seguro? Y cuando intento hablar con el padre en Inglés y el niño y él están hablando en Español…¿A quién no se le escapa un “what” (por decir algo)?

Oscar tiene más fuerza que yo, pero puedo llevarlo un tiempo en brazos. Se pasa el día gateando y tirando las cosas. Es un niño regordete y pensaba que no me daría problemas para comer pero hoy he vuelto a ver el sentido a la frase “se ha puesto de papilla hasta los ojo”. Gatear se le da bien, pero escupir, también.

Arturo es difícil de controlar en la calle. Le gusta andar y perderse a su bola con las manos en los “pockets”; las saca para coger piedras, hojas y palos. La única forma de medio engañarle es decirle que viene la bruja. Me llama Ivi y parece que no le he caído mal del todo.

Esta mañana, mientras le vestía su primera palabra ha sido “tetas”. Bien, el chico ha aprendido castellano en el orden que lo hacen todos los mortales pero que conste que las ha señalado con un juguete, no con la mano, así que además es educado.
A pesar de que haya sido a la primera parte de mi cuerpo a la que se ha referido que conste que no ha sido por el tamaño. Mis pobres amigas se han desinflado un poco aunque no se cuanto tardarán en volver a inflarse porque dos días cenando pasta no pueden ser muy bueno para mi intención de pérdida de peso.

Pero mejor empiezo por el principio. Mi odisea llegó ayer conmigo puntual a Barajas (¡Cómo no!) Llevaba un móvil inglés sin saldo y tenía que enviar un mensaje a Marta (la madre) para avisarle de que iba a embarcar. Lo intenté varias veces desde una cabina, sin éxito y perdiendo 3 euros. Decidí enviarle un mensaje a mi hermana pero las prisas y los nervios no me dejaron acertar con un mensaje coherente.

El avión salió sin retraso y a la llegada a Luton mi maleta fue una de las primeras en aparecer en la cinta. Corrí hacia la primera tienda que encontraba y, como si fuera un milagro, era un especie de estanco que anunciaba recargas de móviles en la caja, pero al decirle a la dependiente mi compañía no sólo me dijo que no me podía recargar el móvil, añadió que no podría hacerlo dentro del aeropuerto. Tuve que preguntarle por las cabinas, ir a una tienda a comprar agua para conseguir dinero suelto y, por fin, contactar con Marta. Ella estaba llegando acompañada por Arturo, que se escondió nada más verme en las piernas de su madre pero no tardó demasiado en corretear conmigo por el aeropuerto.

James es un encanto. Las expectativas irlandesas continúan sin fallarme. Intenta hablar conmigo y corregirme mis fallos además de animarme a ver la tele. Creo que voy a aprender mucho con el. Parece el claro sucesor de Keith (Irlanda) y Marylin (Canadá) a quienes le debo, en gran medida, el inglés que chapurreo.
Para conocer gente nativa me han recomendado que haga actividades, que no me limite a hacer un curso de inglés con más personas extranjeras. Hemos preguntado por cursos pero en esta época es difícil encontrar uno. El único disponible que se ajustaba a mi horario era uno de manicura y pedicura que no era nada barato así que he desistido por el momento.

Es posible que vaya a bailar salsa con un hombre que conoce Marta y si no es suficiente para conocer gente me apuntaré al gimnasio (que no me viene nada mal pero yo creo que en esos sitios no se habla demasiado y verme sudada y con la cara roja como un tomate no creo que sea buena carta de presentación.

El curso de inglés empieza en febrero y mi entrevista para conocer el nivel y, por tanto, el horario, es el jueves día 4. Eso me da 2 semanas de margen para practicar con James. A ver si me suelto porque, por ahora, me cuesta un poco y me frustra mucho no entenderle muchas cosas pero poco a poco, supongo.

Escucho: Recuérdame (La quinta estación y Marc Anthony)

3 comentarios:

  1. Jejejeje! qué graciosa eres Eve! me gusta mucho tu blog!! y no te desanimes por lo de no entender: poco a poco amiga!!
    un besito
    Laura

    ResponderEliminar
  2. Hola Eve
    Me encantó tu narración de los hechos, jejeje.
    Ya veo que estas batallando con dos enanos que te traen de cabeza.
    Poco a poco se hace camino my sister.
    Cuídate, te mando un besote grandeeeeeeee

    ResponderEliminar
  3. eeeevvvvvvvvvvvveeeeeeeeeeee por fin se sabe algo de ti!!!parece que la cosa no va mal!!!eso es lo bueno de ti k se te coge cariño pronto asique seguro que los niños y la familia lo haran!!!bueno espero mas anecdotas tuyas me la spiro a estudiar.
    besos

    ResponderEliminar