lunes, 26 de octubre de 2009

Tomando decisiones

Hoy ha sido un día de calma y creo que es mejor tomarlo así. He hablado con la escuela y he dejado apalabrado mi curso y mi alojamiento hasta Navidades, con la posibilidad de cambiar el horario si encontrara un trabajo. La verdad es que el precio del curso no está mal para lo que estuve mirando por internet, pero el alojamiento es bastante caro. De aquí viene mi toma de decisiones: quedarme o buscar otra cosa.

Así que ahora empieza mi carrera contra reloj para organizar todo. Supongo que lo mejor es irse de aquí. Menos mal que he tenido la suerte de coincidir con una italiana en clase que parece que sabe de todo y puede que me eche una mano tanto en lo del trabajo como en lo del alojamiento.
La verdad es que según ha ido avanzando el día me he ido sintiendo más torpe, pero creo que ha sido por el cansancio. A las 9 hice el examen oral de nivel y apalabré las cosas para alargar el curso. Además conocí a dos alemanes con los que he hablado bastante rato. Pero claro, todo el mundo tienes las clases por la mañana, así que me he quedado sola hasta las 2 que debía volver a la escuela para el recibimiento de los nuevos estudiantes.

He aprovechado el tiempo para comprarme en un móvil (con el que más tarde he hecho la primera llamada de intento de “curro” fallido) y coger cosas en el supermercado que se me olvidaron ayer y que, por cierto, no completaban mis necesidades (¡Pero como se me ha podido olvidar la sal!).

La charla de las 2 no ha durado más de 10 minutos, razón por la que me he vuelto ha quedar sola. He perdido un poco de tiempo en los ordenadores y he decidido dar una vuelta. Ya he encontrado la tienda “99p” más cercana (algo parecido a lo que conocíamos como “los 20 duros”), por lo que ahora solo me falta encontrar el Primark más cercano y, bueno, encontrar el Tesco tampoco estaría mal, aunque el House Manager me dijo que el supermercado de al lado de casa era bastante barato comparándolo con otros.

Cuando por fin han llegado las 4 de la tarde me he quedado sola en la clase con otro chico de Hungría, pensando que éramos los abandonados del colegio. He de reconocer que me he fijado mucho en su nariz, al final va a tener razón mi hermana con eso de que me gustan los chicos con narices grandes…

El profesor y el resto de alumnos han llegado tarde. Nos han dicho que faltaban dos estudiantes hoy. De momento están una chica y un chico colombianos, una chica argentina, la italiana que me ha dado consejo, el húngaro alto, rubio y con la nariz grande y yo. Por supuesto, he hecho grupo con los dos últimos que además nos hemos quedado solo en la segunda parte de la clase por que el resto por temas de visado no pueden dar clase a partir de las 6 de la tarde.

Hemos estado hablando de la fiesta de Halloween. Hoy han decorado la escuela con calabazas, brujas y esqueletos y el viernes tenemos la fiesta, supongo que mañana compraré la entrada. Con el sueco de mi casa también he estado hablando de la fiesta al llegar. Es el chico más majo de la casa, no se si será porque es de mi edad, pero me cae bien (tiene un gran fallo: fuma y yo le acompaño al patio a su vicio, pero la verdad es que en el exterior no me incordia tanto el humo y dentro no se puede fumar no es demasiada molestia)

Me he hecho mucha gracia que me preguntara a las 7:30 de la tarde que si iba a hacerme la cena, pero el mismo ha caído en la cuenta de lo absurdo de su pregunta diciéndome: “¡Ah no! ¡Qué eres española y vosotros cenáis a las 9!

O a las 10…o a las 11…
(Menos mal que me traje el aceite de oliva, la ensalada sabe casi como en casa)



Escucho: La vereda de la puerta de atrás (Extremoduro)

1 comentario:

  1. Hola Eve
    Otro día más aprendiendo cosas,
    poco a poco se llega lejos.
    Así que se te olvido la sal??? jajaja,
    no me extraña, te sobra salero.
    Y bueno ya seguiras contando más cositas,
    y que tal el húngaro de nariz grande? jejeje.
    Un besoste grandeeeee
    Tu xaxa

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