martes, 1 de diciembre de 2009

Mucha policía, poca diversión

Debo reconocer que el fin de semana solo se estropeó por el tiempo pero, de todas formas, no se que la pasa mi estado de ánimo. Creo que el tiempo grisáceo permanente de esta ciudad me está afectando. A eso se une mi síndrome depresivo previo a esos días del mes que nos vuelven taradas absurdas a la mujeres. Y, por si fuera poco, la falta de estabilidad me tiene descentrada por completo: mis horarios de sueño y de comidas cambian continuamente, mis mofletes, la cintura y los brazos son cada vez más anchos, la lavadora esta rota y casi no tengo ropa; de la que tengo la mitad no me sienta bien porque ha encogido en la lavadora y yo he ensanchado siguiendo la rutina de este país de obesos…

Por si fuera poco, mañana tengo que buscar en el quinto infierno una oficina que se digne a examinarme el día 12. Y no se si tengo las de ganar, pero las de perder dinero…en eso tengo todas las papeletas.

Y no contenta con esto, no se me ocurre otra cosa que hacer el domingo que ir a ver el clásico. Es una vergüenza ver un partido como ese. Perdí la cuenta de las faltas que sumaron entre los dos equipos. Los jugadores pasan casi más tiempo en el suelo que jugando (y eso que se supone que es la mejor liga del mundo, pues a veces hay más teatro que juego).

A pesar de todo fue un buen rato. Vimos el partido en un restaurante portugués, donde mezclábamos el gallego, el inglés, el castellano y, por supuesto, el portugués. Bebí cerveza portuguesa y comí chorizo de la tierra, todo un lujo. Vino bien para restar importancia al resultado del partido.

Ahora comienza la recta final de mi primer tiempo. Estoy esperando a mi hermana, planeando muchas cosas y dándome cuenta de que 5 días no son nada. Ni tampoco dos meses.

Cada vez está más cerca Navidad y me sigo viendo estancada en el mismo lugar. Por lo menos he vivido una nueva experiencia: después de tentar a la suerte varias veces, el viernes supe lo que es que la policía londinense te ponga una multa (me está bien por pasarme de lista). Este detalle lo he obviado en la conversación con la familia y voy a seguir sin dar detalles al respecto, que ya es suficiente con lo rápido que corrió la voz de mi hazaña aquí. Sólo debo decir en mi defensa que fue mala suerte…esa que me acompaña desde que llegué.

Tanta lluvia me ha puesto un poco enferma, a ver si me recupero.
Una cosa positiva: Cuando engordo un poco y me empiezo a ver más fea de lo normal, ligo más y hay que reconocer que ligar sienta muy bien.

Escucho: Pacto entre caballeros (Joaquín Sabina)

1 comentario:

  1. Hola Eve
    Siguiendo fiel al comentario por entrada,
    pos aquí me tienes. Hoy poco que decir, salvo que tengo unos nervios encima que ni te cuento.
    Tu tas gorda??? Pos yo más, voy hacer dieta estricta pero ya mismooooo, esto no puede ser!!!.
    Ale hermosa que te veo dentro de unas horas,
    si es que el avión llega a su destino. Me salio la vena pésima .... sorry!!!!!
    Besote grande

    Ana

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