jueves, 18 de marzo de 2010

St Patrick´s Day

Definitivamente, por mucha celebración y mucho festival que haya por aquí, con una semana de duración, es imposible no sentirse en el lugar equivocado.
La sensación empezó el sábado cuando estuve viendo a James tocar con sus amigos en un cumpleaños. Estuve bebiendo Guinness y me sacaron a bailar música irlandesa. No paraba de acordarme de mis días por aquellas tierras hace más de 5 años. Aquello es otro rollo, lo tengo clarísimo.

Ayer fue el día en el que los irlandeses se hacen notar y ahí estaba James con su sudadera verde de Ireland y los dos pequeños con sus respectivas camisetas. No imaginaba que la camiseta me serviría luego para preguntar por Arturo…
Fui con toda la familia al centro comercial. Allí estaba toda la juventud irlandesa asentada en Luton de celebración:



También estaba el mismísimo San Patrcio:


Y algún que otro personaje más:

Entre tanto alboroto me quedé sola con los niños. A los diez minutos de que Marta se fuera a Arturo le dio por salir corriendo entre la ropa de M&S y los 5 minutos siguientes se convirtieron en la mayor desesperación que he vivido desde que estoy aquí (y eso que la semana pasada me pillo un chaparrón en mitad del parque sin tiempo para cubrir a los niños. Arturo acabó empapado y todavía recuerda la escena cuando jugamos y sus frases de “Eve, rain!”, “Eve, a casa!” y “Eve, frio a cabeza!”. Creo que el trauma le durará toda la vida).

Después de un rato como desesperada chillando Arturo por todas partes (con Oscar calmado en el cochecito, menos mal) una mujer se acercó a decirme que estaba viendo el espectáculo. Me acerqué al espectáculo y allí no había rastro de Arturo. El de chico de seguridad de M&S vino a ayudarme. Le dije que el niño llevaba una camiseta igual a la de su hermano y me dijo que no me moviera que volvía en un momento.
Así fue. Habló por su walkie-talkie y me dijo que lo había encontrado. El niño se había metido detrás de un mostrador con otros chicos de seguridad y por eso no podía verlo.

Después de mi regañina monumental no se separo de mi lado en todo el tiempo. Y, por si fuera poco, después de todo Oscar me vomitó encima, pero se quedó tan pancho, creo que fue el sobrante.

Hoy ha sido Arturo el que ha vomitado, pero encima de su madre. Lleva todo el día malito y en el médico le han dicho que es un virus.

Por mi parte, esta noche me voy de fiesta. Voy a descubrir si Luton hace honor a su fama de “ciudad con ambiente universitario”. Espero que mañana no se me haya pegado el virus de Arturo porque seria difícil distinguirlo de una resaca de cara al público y, además, mañana tengo que ir a dormir en un aeropuerto para despedirme de Carolina. Bueno, quien dice dormir dice decir adiós a ritmo de salsa entre maletas y pasajeros que esperan a que salga su vuelo (ya que no he podido bailar con Thomas esta semana).

Escucho: The whiskey in the jar (pero versión Metallica)

3 comentarios:

  1. Mi Eve!!! ten cuidado con ese virus estomacal, por mi casa ha pasado sin piedad... jejeje un besito fuerte va de camino hacia allá

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  2. Eveeeeeee, esta noche esta siendo una odisea dejarte un comentario, internet va y viene.
    Ten cuidado con tus historias y con no cargarte más cosillas de las que ya te has cargado, jejeje.
    Besoteeeeeeee

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  3. Es interesante como una canción puede mantener tantos recuerdos...

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