Nuevo estilo de vida

Hoy puede que lleve mi dieta al extremo porque están todos los fogones ocupados y yo con clase dentro de menos de una hora, así que no estoy muy segura de tener tiempo para comer…

Ayer la película fue un poco aburrida. A estas alturas sigo sin trabajo y sin billete de vuelta a España, ni de ida a Porstmouth. Parece que desde que he llagado aquí nada me puede salir bien a la primera. Pero siempre hay un motivo para alegrase y seguir con la aventura.

Mi principal idea era venir aquí, buscar un trabajo y mejorar ese inglés con el que llevo tanto tiempo atascada. Pero ahora los objetivos están cambiando. Cuándo he viajado a otros países he hecho tanto el loco o más que en España: En Irlanda me perdí justo la última noche, faltaba a clase para ir a dar vueltas por Dublín con un austriaco y hacíamos botellón en la playa de Bray (pero estudiar…nada de nada). En Brighton es mejor no dar muchos detalles porque fueron tres semanas de auténtico desfase en las que el Porompompero sonó en el metro de Londres y también en un bar de los típicos ingleses en los que un “cazatalentos puede escucharte”. (En Irlanda también sonó el porompompompero pero creo que tuvo más estruendo en Inglaterra). Y el Canadá pude incluso comprobar como se duerme en la calle o en el sofá de un apartamento en el centro de Montreal.

Supongo que todo el mundo hace locuras cuando viaja, cuando está fuera de su lugar habitual. Si no la gente no hablaría como habla de las becas Erasmus y de las famosas becas del Ministerio. Pero ahora todo es distinto. Parece que esta experiencia me está reforzando y creo que empiezo a entender por qué.
En España estaba atravesando una etapa tan extremadamente desfasada que no hay escalón siguiente, por lo tanto, aquí no puedo desfasar más de lo que lo estaba haciendo allí. Y por otro lado, como bien me dijo el médico (ese pedazo de hombre que nos han plantado en el pueblo, que le da un aire a Pep Guardiola y que yo iba a visitarle más por alegrarme la vista que por saber si estaba sana) necesito cuidarme.



Parece una locura venirse al país de la grasa y de la mala alimentación a cuidarse pero lo cierto es que lo estoy logrando. Y debo reconocer que sienta bien salir a correr 40 minutos y tener fuerza de voluntad para decir “no” a las muffins que se ven por aquí.

Bueno, hoy no aburro más. Voy a intentar comer.

Nota: Gracias Ana por la cabeza del blog, pero entiende que mañana le quite mi cara, no me gusta ver “yos” por todos lados. Gracias a los nuevos comentarios y a los ánimos. Y a Ángela decirle que su trocito en el blog llegará y que por supuesto que espero impaciente vuestra visita.

Hoy no escucho, veo: