"V for Vendetta"

Hoy me toca empezar por el final y hacer una especie de “nota” al principio. Agradezco muchísimo el interés por tuenti y facebook, pero siento muchísimo no poder contestar. Esa es la razón por la que hice este blog: para evitar e-mails en cadena o escribir en 10 mensajes distintos lo mismo cada día. Así que pido disculpas por no mandar mensajes personalizados, no por no hacerlos os quiero menos, al contrario, os lo agradezco de todo coranzón, pero si seguís leyendo entenderéis porque estos días no puedo contestar.

Ayer, durante la clase, el hombre que me recordaban a Adam (Brassino, que es una especie de apodo) me llamó. Es aquel hombre que cambió el “ya te llamaré” por “te llamo seguro”. Y así lo hizo. Tengo 3 días de entrenamiento, es decir, hasta el sábado.

Después de la escuela salí a correr con Keiko y al llegar a casa, después de darme una ducha y cenar, no me quedaron fuerzas para escribir nada en el blog, más aún sabiendo que tenía que levantarme hoy a las 6 de la mañana.

Esta noche he soñado de todo. Creo que la protagonista de mi suelo era la Toñi. Si duda su recuerdo está en mi cabeza como la perfecta jefa. El sueño era genial.
Encontraba una especie de negocio en la que todo el mundo hablaba español y yo hacía todo perfectamente y, por supuesto, la Toñi (para quién no lo sepa es la dueña de una panadería de mi pueblo, mi primer trabajo con 17 años en el que repetí a los 21). No era la jefa, sólo estaba para apoyarme y hablar bien de mí.

Pero a las 6 de la mañana la alarme me ha devuelto a la realidad. A las 7 menos 5 he llamado a la puerta de “Café Brassino” y el dueño no me ha recibido con un “¡Buenos días!”. Su frase ha sido algo así como “¿seguro que no has venido al sitio equivocado?”. Ha empezado a explicarme todo y me han bastando 5 minutos para darme cuenta de lo perdida que iba a estar.

La protagonista de mis pensamientos ya no era la Toñi, era Hippie. Este amigo de Cañaveras me ayudó como nadie en mis 4 días (aunque en mi currículum en inglés ponga un mes) como camarera. Y, ¡Cómo lo he echado de menos! Sola ante el peligro, con un café en cada mano y con un tembleque propio de alguien con parquin son. Ha sido el día en que más estúpida me he sentido en lo que tiene que ver con el idioma. Era como si hubiera olvidado el poco inglés que sé. No entendía absolutamente nada a ningún cliente. Pero creo que al hombre le he caído bien y además he ido mejorando con las horas. Le ha sorprendido mi velocidad limpiando platos y lo pendiente que estaba de tener todo limpio (mi madre puede no creerse esto si lo lee pero juro que es verdad).

A las 4 de la tarde he terminado mi trabajo y, en vez de salir corriendo a la escuela, he ido a contarle todo a Adam. Si él da la aprobación al trabajo es que no está mal, confío en él. Me ha dicho que 3 días de entrenamiento está bien, así que cumpliré con esos días.

Iba a aprovechar la tarde para conseguir el número de la seguridad social (o algo parecido) de aquí. Pero he tenido que llamar a un número y me han dado cita para otro día. Así que mis planes han cambiado. He recorrido medio Londres para conseguir el billete de ida y vuelta a Portsmouth. Después de varios problemas con el bus, lo conseguí.

Durante el trabajo Andrew me envió un mensaje diciéndome que había fuegos artificiales, así que después de todo el aleo del billete he quedado con algunos de mis compañeros para ir a verlos. Hoy se celebra en Londres la versión real de la película “V de Vendetta”. Al parecer alguien intentó hacer volar el Parlamento, y los ingleses recuerdan ese día con fuegos artificiales y petardos.



Hemos parado en un bar a comer un sándwich y después una amiga de Gemma (una chica de mi clase) nos ha invitado a una azotea. Desde allí han tirado petardos. Parecía una fiesta típica de las películas, con barbacoa y cerveza.

Yo me he empezado a angustiar porque tengo que preparar todo el equipaje para llevarlo mañana a la otra casa y, además, me he comprometido a preparar tortilla de patatas mañana para despedir esta casa. Todavía no se quién va a venir y quién no, sólo sé que no sé cuando podré hablar con mis padres porque cuando salga de trabajar iré a clase, cuando termine las clases iré a comprar con Lino (que ha aceptado ayudarme), cuando haga la compra tengo que llevar mis maletas a la otra casa y a las 9 tengo la cita con la tortilla y mis invitados (¡A saber que me saldrá!).
Y al día siguiente iré a trabajar habiendo dormido muy poco y cuando salga tendré que coger mis cosas e irme rumbo a Portsmouth (donde no voy a tener mi ordenador) a ver a mi Sensi-sexy (jejeje).

Así que, amigos, conocidos, familia y demás gente que se aburre tanto que le da por leer esto: Sé que esta entrada es muy larga, pero esto puede que permanezca de vacaciones hasta el lunes.

Por último: Gracias a ese hombre que tantas y tan buenas poesías ha escrito durante toda la historia por dedicar un momento de su valioso tiempo a firmar en mi blog. Gracias de todo corazón, señor Anónimo, por dejar su huella en mi blog. Es todo un honor para mí.

Escucho: Pastillas de freno (Estopa)